Tras una noche de sueño reparador… espera… sueño reparador ?… llegamos a eso? . No sé no me acuerdo a estas alturas, lo que sí recuerdo son los mosquitos tigre que tan pronto te descuidabas te chupaban la sangre, bueno a mi no… qué suerte tengo !!.
Aunque la suerte se acabó pronto, para mí claro llegados a este punto, cuando descubrimos que por mucho madrugar no se llega más temprano, al menos no en Roma y no en Agosto. Sorpresaaa !!!. El único medio de transporte que habíamos estudiado, el metro, estaba justo justo fuera de servicio ese mes. Claro está, no todo el metro en general, sino sólo justo esa línea de metro que es la que recorría toda la zona que queríamos visitar. No, no se puede comprar un billete de autobús o tranvía justo en el tranvía o en el bus… aaah no, hasta eso tenía que ser difícil !!. Pero dónde narices se ha visto eso ?… pues en Roma ^^ . Así que, una hora después de haber salido de casa aún no habíamos encontrado ningún estanco, quiosco o nada en donde pudiéramos comprar los tickets para tomar lo uno o lo otro. No preguntéis a los conductores de esos dos servicios que dirán que lo compréis en la estación… ajá.. como a media hora de distancia… de ida… luego la vuelta hasta donde estábamos XD.
Tras mucho sufrir, por fin, teníamos los tickets y montamos en el autobús. Nunca, jamás, en mi vida me voy a quejar de ningún autobús de ningún lado… Dios Santo casi ni lo contamos XD. Entendimos al día siguiente, que teníamos que haber comprado el bono de tres días justo en ese momento de estar en el Coliseo, en la estación de metro de » El Coliseo «. Una vez te acostumbras a usar el autobús y el tranvía tampoco es tan malo, si no te han saltado los empastes y te has descolocado tres vertebras… llegas…
Dos horas más tarde, con todo el horario que nos habíamos hecho a tomar por saco, por fin… El Coliseo !!!… y los cientos de señores guías de las banderas fastidiando la visita… No es por nada, pero no es agradable viajar para ver algo que tanto deseas ver y darte cuenta de que el lugar es tan sumamente turístico que ni siquiera los turistas que buscan disfrutar de la experiencia por su cuenta no van a poder hacerlo.
Pero bueno, allí estabamos, era lo que queríamos y no ibamos a perder la oportunidad de visitarlo. Será por la gente, será por el calor, será por los dichosos guías de las banderitas en cada rincón en que querías disfrutar de su maravillosa arquitectura y echar un par de fotos tranquila, será porque esperaba que una vez dentro su magnificencia me llegara al alma… pero al final, una vez dentro, no es que diéramos más de unas cuantas vueltas y poco más… Resultó más gratificante la experiencia de poder disfrutarlo desde la distancia… desde el pequeño parque que estaba al otro lado.
Cuando nos cansamos de dar vueltas por allí dentro, que no fue muy tarde la verdad, nos fuimos a comer… que ya era hora. Eso sí, comer comimos de pu.. madre, en un pequeño restaurante cercano muy cuco. La pasta italiana está buenísima, muy distinta de la que disfrutamos aquí, no me cansaría de ella nunca, ya la echo de menos TT…
Sí, también hubo un espontáneo que quiso saltarse la cola y entrar por el morro arriesgando su trasero… pero.. de poco le sirvió con todos los seguratas que había XD.
Lindísimos que van… nadie me puede decir lo contrario XD.








