Como no, los pequeñines, ahora, si vamos a algún lado siempre van con nosotras, no iban a ser menos, si caben en cualquier sitio y no pesan. Así que sí, también se vinieron a investigar las dichosas ruinas, que no resultaron ser unas ruinas medievales como pensábamos sino las ruinas de unas fábricas de finales del siglo XIX que usaban un molino de agua para funcionar. El paisaje merecía bastante la pena y hubiera sido aún mucho mejor si se hubiera podido visitar por dentro cada una de las estructuras pero… las entradas están cerradas, sólo se pueden ver por fuera. Una lástima.
El día no amaneció muy tranquilo, podía llover en cualquier momento, cosa rara por aquí en junio. Francamente me fastidió un poco pero tenía claro que ibamos a ir y fuimos, que para eso me había pasado medio día haciéndoles las dichosas viseras, ea !. Yo creo que fue porque el tiempo adivinó que no ibamos a encontrar un lugar a cubierto con facilidad allí en medio del campo XD.
Por suerte llovió poco, y menos mal que fue cuando ya habíamos acabado con los grandes. Que se mojen los pequeñines no supone tanto problema, además es muy fácil protegerlos, caben en cualquier rincón. Que yo me moje es menos problema aún, salvo que luego pille un resfriado XD.
Ains por Dios, qué ricos son !! .



