Ayer me decidí a poner en venta a Lamia, la adoro, es más que preciosa y no dudé en absoluto en comprarla el primer día que salió a la venta. Aún tengo la sensación de no querer dejarla ir en el estómago y en mi mente pero, es que no la toco en absoluto, para nada, sólo es un precioso adorno y ahora mismo creo que la mejor opción es dejar que otra persona cuide de ella y la luzca. Su venta serviría para financiar una de las muñecas que llevo esperando mucho tiempo y ahora se me presenta la oportunidad.
De modo que, bye bye mi preciosa Lamia, espero que tu próxima mami sepa darte todo el cariño que mereces.

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